Es muy importante siempre tener un lugar, un recuerdo, una emoción, “un rincón mental” al cual se pueda volver siempre, para ayudar a la mente y al cuerpo en la búsqueda de salud.
El cuerpo y la mente siempre se inclinarán a sanar, al bienestar, porque es la manera evolutiva de sobrevivir.
Tú puedes ayudar aferrándote a ese momento de ternura, de nutrición amorosa. Busca algo bueno que alimente tus emociones.
Analiza a qué te estás aferrando. Tal vez algo que ni siquiera te llena tanto, o te gusta tanto, pero no lo quieres dejar ir.
Y a lo mejor eso a lo que te aferras si está queriendo irse pero tú lo persigues y lo agarras de nuevo.
Analiza qué te está agarrando a ti, qué es lo que no te dejar ir.
A veces quieres dar algo que la otra persona no está dispuesta a recibir. A veces quieres dar el cuidado que no te estás dando a ti. Y a veces no estás en disposición de dar lo que otras personas piden.
Cuando sientas desesperación, enojo, tristeza, que no estás en calma, procura volver mentalmente a un momento de tu vida en el que si te sentías bien y feliz. Ese será tu rincón mental, el que te recordará que ya has vivido eso antes y que si es un sentimiento posible para ti.
Todo se andará, no te preocupes que eso es seguro.